¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

domingo, 25 de marzo de 2012

Viaje por países pequeños, son más fáciles de visitar


Los domingos suelen ser sinónimo de viaje. Ya ni lavo el coche sabiendo que el fin de semana próximo lo voy a volver a llenar de mierda. Esta argumentación podría volverse en mi contra si alguien asumiese que cuido mi coche como me cuido a mí mismo, pero para el aseo personal soy más mirao.

Ayer, después de corregir y demás, cogí el coche y cambié de provincia. Unos temillas pendientes y la promesa de comer una fabada buena buena hoy eran las excusas para volver a meterme una panzá de kilómetros. Afortunadamente hacía sol y con Chucho el viaje se hizo más llevadero. Esto de usar los fines de semana para cansar más no debe ser bueno para la salud, y menos a lo que está el litro de gasoil desde que decidieron meter el puñetero céntimo sanitario, que ni es céntimo ni es sanitario, pero que yo noto ahí, en la nuca, presionándome, cada vez que la aguja del depósito se pone en rojo.

Algunas veces me pregunto cuántos de los demás coches que adelanto o me adelantan son gente como yo. Luego me doy cuenta que no deben ser muchos, porque el desvío para “Ávila-Olmedo” sólo lo cojo yo. Presumo que no serán tan gilipollas como para ir por el peaje, pero a veces uno presume de más, lamentablemente.

La noche acabó divertida porque, afortunadamente, decidí hace poco dejar de mezclar destilados con fermentados. Esto no sólo lo agradece el cuerpo, sino también me genera una sensación como de superioridad moral que, a falta de otro tipo de estimulantes, me alegra. También estaba yo contento, creo. Eso sí, he aprendido una importante lección de cara al futuro: jamás duermas en un colchón restform o similares pinchado, porque la mañana puede ser muy dura.

Mas kilómetros hasta casa de unos parientes y buena fabada, aunque comer fabada a 24 grados de temperatura no es recomendable bajo ninguna condición pero, ¿quién se imaginaba que íbamos a estar así hoy? Con este pariente en concreto tengo una especie de pacto de intercambio de novelas de ciencia-ficción. Digo especie de pacto porque generalmente soy yo el que gorronea y le va vaciando las estanterías; luego, meses después, se las devuelvo diciendo “oye, igual te interesan estos libros que ya leí, que me ocupan mucho espacio en casa”. Afortunadamente nunca me ha hecho comentario alguno. Es familia, entiende las taras de uno. Hoy el saqueo comenzó por aquí

Realmente me moló porque el género femenino volvió a arrimárseme.


Y vuelta al coche otra vez, pruebo rutas nuevas y por fin me presentan al aeropuerto de Valladolid, que es más pequeño de lo que pensaba. Menuda decepción. En todo caso seguro que está mejor aprovechado que el de Castellón. A ver si un día cojo un vuelo allí y no me pierden las maletas. Eso sí que sería pa contarlo.

Ya llegando hago unas fotos al paisaje para que nadie dude de dónde estoy. Seguro que la policía no dudaría en multarme si me llega a ver, pero libro. Estos móviles son un puto peligro, pero también tienen sus ventajas. 


Ya en casa no cuento lo que hago, porque resulta tan evidente tan evidente que da un poco de grima, ¿no? Mañana vuelta al cole...

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