¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

sábado, 31 de marzo de 2012

Canciones de amor prohibido


Vaya día más así. Y eso que tenía todos los ingredientes para ser bueno bueno. Es sábado, otra vez con sol, quedan un par de días para las vacaciones, este finde no pensaba coger el puñetero coche, iba a verla... pero oye, al final pasa no sé qué (sí sé qué) y te quedas así un poco como fuera de juego, un poco sin saber dónde estás.

Estoy escuchando a Bambino porque me ayuda a pensar. Siempre me llamó la atención la intensidad de las canciones que canta. Para mí es un valor la intensidad. Seguro que hay gente que se reiría si leyera esto, pero es verdad. Si hay que amar u odiar, tiene que ser del todo. Igual que si hay que matarse no se puede uno tirar desde un primero. Porque entonces lo que pasa es que se odia, se ama o se tienen impulsos suicidas a medias. Y a medias no mola. Y ése podría ser el resumen de las canciones de este hombre.

Sí, tiene toda la pinta que esta entrada de hoy va a ir sobre música y canciones, así que prepárense porque puede salir cualquier cosa. Si eso, lo hablamos al final. Voy a hacer una sesión para un blog, toma ya. ¿Será un strip-tease musical, como decía un profesor que tuve? Qué sé yo que yo qué sé.

Acabo de decidir que el strip-tease lo voy a hacer por orden de carpetas según están en el ordenador, que no sigue otro orden que el alfabético. Y es que resulta que empezando está Bambino, no porque no tenga discos con la A, sino porque empieza con un “11” y entonces se pone por delante. Después tengo una carpeta con nombre de mujer grabado para una mujer que se llama igual que la carpeta, pero como es recopilatorio de otras cosas, no lo voy a usar. Luego tengo a Amy Winehouse, que era una tía que me caía bien sin conocerla, yo creo que también porque lo vivía todo un poco intensamente. Pobre tía, tardaron bien poco en echarse encima los oportunistas. Si yo palmo pronto, afortunadamente no tengo nada de lo que alguien se pueda aprovechar, porque este blog no da pasta ni la va a dar. Como mucho podrían vender mis órganos, pero la mayoría están un poco gastados y no sé si los querría alguien. De todo el disco éste, la mejor canción es Tears dry on their own. No hay debate, mezcla lo que tiene que mezclar, el estribillo me sube el ánimo aunque la canción sea triste. Las lágrimas se suelen secar por su cuenta, qué puta gran verdad.

Luego viene Banda Express. Dije que esto podía ser raro, el que avisa no es traidor. Poca gente sabe que me encanta la música cuartetera. Un día le puse este disco a un moderno, o que va de ello (se compraba música con el iTunes) y la expresión de su cara hizo un poema. No pareció un poema, HIZO un poema, creo que un haiku del estilo “esta cara de estreñimiento no es por comer chocolate”. A lo que iba, Banda Express, igual que el potro Rodrigo y otros muchos tocan esto que viene a ser como el merengue argentino. Perreta y populachero, que es como molan las cosas. Pues éstos tienen una pila de canciones interesantes y divertidas, de entre ellas hoy toca “La condena” (de ésta no hay vídeo), que es un tema como la mayoría, de mala suerte en el amor. Vaya raro...

Bernardo Vázquez es el siguiente. Este tío tiene una evolución bastante interesante. Los primeros discos meten miedo. Son de otra época y para un público muy concreto. Los tengo en el coche. Los pongo a tope cuando entro en urbanizaciones, para que se acojonen los vecinos. Pero estas bulerías se salen. Mi destino, se titula. Y cómo no, de amor.

Venga, sin vergüenza, el siguiente es la banda sonora de Sor Yeyé. Toma moreno. Y con este disco tengo un dilema. Tiene canciones que son auténticamente una bomba de relojería por lo reaccionario. En el fondo toda la película es ultra-reaccionaria, pero como muchas de esa época, y de la nuestra. Pero bueno, el dilema es sobre quién canta mejor “Ya me voy”, Hilda Aguirre o Estela Núñez. El dilema no lo voy a resolver en la puta vida, pero aquí queda por si alguien quiere opinar.

Carlitos Berlanga me pide paso. Joder, otro que mira que me caía bien y lo jodió el hígado. Tiene tantas canciones para recordar que casi me parece sacrilegio poner una sólo (sí, me paso por el forro lo que diga la RAE). Noches entre rejas es un temazo. Sinceramente, pensé que era un friki cuando se la puse a varias personas diferentes y a ninguna les entusiasmó. Cierto que algunas no tienen criterio musical, ni sensibilidad, ni nada que las hiciera merecedoras de escucharla, pero joder, ¿a quién no le mola un violín bien puesto? ¿En qué puto mundo vivimos? Creo que en el fondo mi obsesión con esta canción viene de que me evoca muchas cosas, resume tan bien tantas partes de tantas noches...

Chucho es otro crack. El amigo Alfaro lleva un carrerón que sólo los tontos son incapaces de apreciar. Bueno, los tontos o los que piensan que las canciones tienen que tener frasecillas de dos líneas y luego repetirlas. Pues como Chucho tiene tantas canciones también, vuelvo a pecar y elijo una nada más, Gran Angular, seguramente no saldrá en ningún recopilatorio de ésos que hace RockDeLux pero creo que sí pega hoy aquí.

Cooper, o Los Flechazos, tanto monta, tiene una canción que se titula igual que la mujer del disco con nombre de mujer. Curiosamente, esa canción con nombre de carpeta con nombre de mujer no está en la carpeta con nombre de mujer. Es fácil de explicar, la canción no me gusta mucho. El círculo polar podría ser un gran jit si no fuera porque jit se escribe con h. Particularmente, soy más de Los Flechazos, no me preguntéis por qué. Yo creo que es porque los vi en directo el día antes del primer examen de la carrera y el examen me salió bien. O sea Alejandrito, que eres como un talismán. Eso no te lo habrán dicho nunca, pero no te lo tomes como que quiero ligar ¿eh?

Como no quiero ser un chapa de la de dios, voy a dejarlo en la “c”. Y el último de la “c” es Cristóbal Repetto. Un tango para acabar, qué irónico en tantos sentidos. Algún día haré una entrada específica sobre tango, que como todo el mundo sabe tiene mucho que ver con la vida del interino errante. Si en este país escuchásemos más tangos, habría menos gilipollas. Lo digo convencido. No es que en Argentina no haya gilipollas, que seguro que los hay, pero es que aquí día tras día te encuentras cada cosa que dan ganas de salir con un cuchillo e imitar a Patrick Bateman. Nuestra cita es de esas canciones que impiden que saque el cuchillo. Ésta la buscáis.

Acabo ya, me voy a verla, aunque sea desde lejos. Pero dejo un bonus track de lujo, cómo no, y un enlace para frikis

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