Vaya día más así. Y
eso que tenía todos los ingredientes para ser bueno bueno. Es
sábado, otra vez con sol, quedan un par de días para las
vacaciones, este finde no pensaba coger el puñetero coche, iba a
verla... pero oye, al final pasa no sé qué (sí sé qué) y te
quedas así un poco como fuera de juego, un poco sin saber dónde
estás.
Estoy escuchando a
Bambino porque me ayuda a pensar. Siempre me llamó
la atención la intensidad de las canciones que canta. Para mí es un
valor la intensidad. Seguro que hay gente que se reiría si leyera
esto, pero es verdad. Si hay que amar u odiar, tiene que ser del
todo. Igual que si hay que matarse no se puede uno tirar desde un
primero. Porque entonces lo que pasa es que se odia, se ama o se
tienen impulsos suicidas a medias. Y a medias no mola. Y ése podría
ser el resumen de las canciones de este hombre.
Sí, tiene toda la pinta
que esta entrada de hoy va a ir sobre música y canciones, así que
prepárense porque puede salir cualquier cosa. Si eso, lo hablamos al
final. Voy a hacer una sesión para un blog, toma ya. ¿Será un
strip-tease musical, como decía un profesor que tuve? Qué sé yo
que yo qué sé.
Acabo de decidir que el
strip-tease lo voy a hacer por orden de carpetas según están en el
ordenador, que no sigue otro orden que el alfabético. Y es que
resulta que empezando está Bambino, no porque no tenga discos con la
A, sino porque empieza con un “11” y entonces se pone por
delante. Después tengo una carpeta con nombre de mujer grabado para
una mujer que se llama igual que la carpeta, pero como es
recopilatorio de otras cosas, no lo voy a usar. Luego tengo a Amy
Winehouse, que era una tía que me caía bien sin conocerla, yo creo
que también porque lo vivía todo un poco intensamente. Pobre tía,
tardaron bien poco en echarse encima los oportunistas. Si yo palmo
pronto, afortunadamente no tengo nada de lo que alguien se pueda
aprovechar, porque este blog no da pasta ni la va a dar. Como mucho
podrían vender mis órganos, pero la mayoría están un poco
gastados y no sé si los querría alguien. De todo el disco éste, la
mejor canción es Tears dry on their own. No hay debate,
mezcla lo que tiene que mezclar, el estribillo me sube el ánimo
aunque la canción sea triste. Las lágrimas se suelen secar por su
cuenta, qué puta gran verdad.
Luego viene Banda
Express. Dije que esto podía ser raro, el que avisa no es traidor.
Poca gente sabe que me encanta la música cuartetera. Un día le puse
este disco a un moderno, o que va de ello (se compraba música con el
iTunes) y la expresión de su cara hizo un poema. No pareció un
poema, HIZO un poema, creo que un haiku del estilo “esta cara de
estreñimiento no es por comer chocolate”. A lo que iba, Banda
Express, igual que el potro Rodrigo y otros muchos tocan esto que
viene a ser como el merengue argentino. Perreta y populachero, que es
como molan las cosas. Pues éstos tienen una pila de canciones
interesantes y divertidas, de entre ellas hoy toca “La condena”
(de ésta no hay vídeo), que es un tema como la mayoría, de mala
suerte en el amor. Vaya raro...
Bernardo Vázquez es el
siguiente. Este tío tiene una evolución bastante interesante. Los
primeros discos meten miedo. Son de otra época y para un público
muy concreto. Los tengo en el coche. Los pongo a tope cuando entro en
urbanizaciones, para que se acojonen los vecinos. Pero estas bulerías
se salen. Mi destino, se titula. Y cómo no, de amor.
Venga, sin vergüenza, el
siguiente es la banda sonora de Sor Yeyé. Toma moreno. Y con este
disco tengo un dilema. Tiene canciones que son auténticamente una
bomba de relojería por lo reaccionario. En el fondo toda la película
es ultra-reaccionaria, pero como muchas de esa época, y de la
nuestra. Pero bueno, el dilema es sobre quién canta mejor “Ya me
voy”, Hilda Aguirre o Estela Núñez. El dilema no lo voy a
resolver en la puta vida, pero aquí queda por si alguien quiere
opinar.
Carlitos Berlanga me pide
paso. Joder, otro que mira que me caía bien y lo jodió el hígado.
Tiene tantas canciones para recordar que casi me parece sacrilegio
poner una sólo (sí, me paso por el forro lo que diga la RAE).
Noches entre rejas es un temazo. Sinceramente, pensé que era un
friki cuando se la puse a varias personas diferentes y a ninguna les
entusiasmó. Cierto que algunas no tienen criterio musical, ni
sensibilidad, ni nada que las hiciera merecedoras de escucharla, pero
joder, ¿a quién no le mola un violín bien puesto? ¿En qué puto
mundo vivimos? Creo que en el fondo mi obsesión con esta canción
viene de que me evoca muchas cosas, resume tan bien tantas partes de
tantas noches...
Chucho es otro crack. El
amigo Alfaro lleva un carrerón que sólo los tontos son incapaces de
apreciar. Bueno, los tontos o los que piensan que las canciones
tienen que tener frasecillas de dos líneas y luego repetirlas. Pues
como Chucho tiene tantas canciones también, vuelvo a pecar y elijo
una nada más, Gran Angular, seguramente no saldrá en ningún
recopilatorio de ésos que hace RockDeLux pero creo que sí pega hoy
aquí.
Cooper, o Los Flechazos, tanto monta, tiene una canción
que se titula igual que la mujer del disco con nombre de mujer.
Curiosamente, esa canción con nombre de carpeta con nombre de mujer
no está en la carpeta con nombre de mujer. Es fácil de explicar, la
canción no me gusta mucho. El círculo polar podría ser un
gran jit si no fuera porque jit se escribe con h. Particularmente,
soy más de Los Flechazos, no me preguntéis por qué. Yo creo que es
porque los vi en directo el día antes del primer examen de la
carrera y el examen me salió bien. O sea Alejandrito, que eres como
un talismán. Eso no te lo habrán dicho nunca, pero no te lo tomes
como que quiero ligar ¿eh?
Como no quiero ser un
chapa de la de dios, voy a dejarlo en la “c”. Y el último de la
“c” es Cristóbal Repetto. Un tango para acabar, qué irónico en
tantos sentidos. Algún día haré una entrada específica sobre
tango, que como todo el mundo sabe tiene mucho que ver con la vida
del interino errante. Si en este país escuchásemos más tangos,
habría menos gilipollas. Lo digo convencido. No es que en Argentina
no haya gilipollas, que seguro que los hay, pero es que aquí día
tras día te encuentras cada cosa que dan ganas de salir con un
cuchillo e imitar a Patrick Bateman. Nuestra cita es de esas
canciones que impiden que saque el cuchillo. Ésta la buscáis.
Acabo ya, me voy a verla, aunque sea desde lejos.
Pero dejo un bonus track de lujo, cómo no, y un enlace para frikis