¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

martes, 24 de julio de 2012

Me lo pasé fetén fetén


Estar de vuelta a la tierra de origen siempre es conflictivo, sobre todo cuando se lleva mucho tiempo fuera. Tengo que reconocer que en general me parece bien que haga sol y la temperatura sea agradable, pero el problema es que en Asturias 24 grados y ni una nube, además de ser raro, mata a cualquiera por la puta humedad, así que tiendo, paradójicamente, a quedarme en casa, recuperando el tiempo perdido en algunos campos entre los que no se encuentra el sueño. De hecho estoy más insomne que nunca, acostándome a altas horas y viendo que no hay nadie más con la luz encendida en los pisos de los alrededores. Ventajas de tener vacaciones un poco más largas que el resto de trabajadores, pienso. Será jodido volver a acostumbrarse a madrugar, pero todavía queda tiempo.

No obstante, que nadie piense que estoy todo el día encerrado porque, no sé si lamentablemente o no, tengo compromisos sociales que cubrir que me obligan a salir por el portal en obras, tragar una buena ración de polvo y ponerme a pensar que, nada más llegar a la esquina, estaré sudando a chorros. No llega a ser a lo cubano, pero casi... Este mediodía descubrí el secreto para superarlo: caminar despacio, relajadamente, no entrar en los sitios atropellado y disfrutar de las putas cuestas, si es posible, sin prisa. Consejos vendo y para mí no tengo, dirá alguien, pero bueno, estamos en ello.

Cual horda invasora sedienta de sangre y saqueo (menos lobos, chaval), a mediados de la semana pasada crucé las montañas para volver a CyL. Fue genial, iba a un concierto y a verla y fue genial todo. No digo más al respecto, pero de la que iba para allá, solo en el cocherito leré, con la música puesta y el aire acondicionado a tope, intentando no sobarme por esas carreteras tan rectas, me dio por pensar en que hay alguna razón por la cual con determinadas canciones nos ponemos las pilas, nos las sabemos de memoria, nos ponemos a cantarlas a voz en grito e incluso nos adelantamos a la propia música y hacemos casi nuestra propia versión, que válgame cristo si nos estuviera grabando alguien, mientras que hay otras canciones que te sabes igualmente de memoria pero que, por razones desconocidas, te pasan más desapercibidas en algún momento, aunque te encuentres tarareándolas porque las tienes grabadas a fuego. Igual no me estoy explicando bien y hay quien piensa que estoy en proceso de descomposición mental, o que el nivel de tontería al que estoy llegando empieza a ser preocupante, pero bueno, ye lo que hay.

Claro, la cuestión es que no estoy diciendo que haya unas canciones que siempre cantas y otras que no, sino que pienso que hay momentos en los que unas pegan más que otras, que por tu propio estado de ánimo te afectan más o te pasan más desapercibidas, en todo caso siempre dejando una buena parte de neuronas en activo, las suficientes como para que, cuando te das cuenta y vuelves al modo consciente, veas que estás en pleno entone de una frase o un estribillo de los que sabes que no olvidarás en la puta vida. Son cosas diferentes.

A ver, realmente no me hace falta que nadie me explique la razón por la que pasa esto. Tengo miles de canciones en el coche y hay momentos en los que prefiero unas más que otras, fundamentalmente porque hay veces que me siento contento y otras triste, unas veces animado y otras en un pozo de mierda, y así unas pegan y otras no, según el momento, pero todas son parte de la vida de uno, todas son retales de un momento en que sentiste algo, bueno o malo,y por lo tanto todas son dignas de tener en cuenta. No creo que descubra nada nuevo, estoy hablando de un tema tan personal, tan subjetivo, que seguramente habrá quien diga que lo que pongo le parece palabrería. Nadie dijo que este blog fuera nada serio, es todo lo serio que se puede ser un martes a las 1.34 de la madrugada y echándola de menos. Ofuscación o desorden mental... a saber, pero aquí sigo.

 








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