Hoy tengo cierto bloqueo.
He estado a varias cosas distintas entre la mañana y la tarde y,
aunque tengo material de sobra para ponerme a desbarrar, no me salen
nada que me guste. Estuve antes escribiendo otras cosas, dirigidas
más bien a clarificarme las ideas sobre ciertos asuntos personales
que me preocupan, y ahora me he quedado como sin fuerzas para ponerme
a hacer comentarios irónicos sobre el instituto o los grupos
sociales, así que lo que voy a hacer es colgar unos versos en prosa
de Baudelaire que leí recientemente y me han parecido muy adecuados
y una de esas cancioncillas que a veces dejo por aquí como queriendo
decir algo cuando no me atrevo o no me sale decirlo. En este caso es
simplemente que la canción me gusta, me transporta a un sitio en el
que quiero estar, al otro lado del fondo de la imagen del vídeo, y que forma parte de la banda sonora de una
película que me encantó y hoy me apetecería volver a ver.
Y también me voy a dar
un paseo, pa despejar. Hoy no he visto el periódico, no sé si el
eclipse de Venus ya fue o es esta noche. En todo caso haré como que
es hoy porque dudo que lo fuera a notar realmente, y es que a mí,
como a los griegos antiguos, me gusta pensar que, por la noche, la
Tierra está cubierta por un mantón negro a través de cuyos jirones
vemos el fuego eterno que nos rodea.
Déjame respirar mucho
tiempo, mucho tiempo, el aroma de tus cabellos; hundir en ellos el
rostro, como hombre sediento de agua de manantial, y moverlos con mi
mano, como pañuelo odorífero, para sacudir recuerdos al aire.
¡Si pudieras saber
todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que oigo en tus
cabellos! Mi alma viaja en el perfume como el alma de los demás
hombres en la música.
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