¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

martes, 3 de abril de 2012

Evaluaciones y movidas


Qué poco me gustan las épocas éstas de evaluaciones y cercanía del final de trimestre. Tengo la sensación de que voy al instituto pa nada: la gente anda preocupadísima con meter notas en el IESfácil, los chavales andan pensando en otras cosas y no atienden ni pa dios, están insoportables o directamente no van; depende un poco del ciclo educativo del que estemos hablando. Yo como estoy en los tres pues lo veo todo, soy el interino panóptico errante.



Llevo ya varios días con las tardes jodidas y cortadas por culpa de las evaluaciones. No sé si decir que tengo suerte, porque hay otros que han estado más horas que unos benditos en estas reuniones demoníacas. Sólo tengo una experiencia peor, y fueron las reuniones de departamento que me tocaron un año, sistemáticamente semanales y con exigencia de firma, para hablar de una cantidad de chorradas que me ponía malo Éramos 8 y había tensión. Afortunadamente yo tenía siempre que irme antes de que les diera por despellejarse, pero lo recuerdo como un auténtico infierno. Además tenía que hacer 50 km en cada trayecto y la verdad es que me ponían un poco nervioso, cacareando tonterías. Coñio, qué mal lo pasaba.

Lo mejor es cuando te toca ir a una CCP siendo interino. No te enteras de nada y además es posible que te toque redactar el acta. Vislumbras los líos que siempre hay entre equipos directivos actuales y anteriores, los piques entre departamentos, pero no te puedes meter porque tú sólo vas a estar allí una temporada y qué gana tienes de intervenir en algo sobre lo que no tienes ni idea.

Yo debo tener cara o aspecto de conspirador, porque al cabo de un par de días algún compañero/a me acaba introduciendo en el maravilloso inframundo de las relaciones claustrales: que si éste es un incompetente, que si la otra tiene una comisión de servicios no sé cómo, que si llegó a haber insultos en un claustro, que si llevan 8 años poniéndome el horario mal, que si nunca he salido un viernes antes de las 14 horas, que si el otro entra tarde los lunes y pronto los viernes, que si los de FP no hacen guardias en Bachiller y ESO, que si los de Bachiller y ESO no se enteran de lo que hay en FP, etc. Todo cuestiones que en general me interesan tanto como el aleteo de la garza macho en el otoño austral. Una de dos, o tengo cara de conspirador o tengo cara de interrogador, pero para estas cosas soy como un imán, chico, y siempre me acaba pasando allí donde estoy más de dos semanas. Y sí, yo seré imán, pero los demás son reclutadores para un bando u otro, y algunos se emplean a fondo, que conste. También es verdad que hay unos cuantos caras por ahí que flipas, pero no voy a descubrir nada nuevo. En definitiva que, no me suelo meter en esos fregaos. Ya tendré tiempo de hacerlo cuando pase dos cursos en el mismo sitio, joder.

Pero la idea central era hablar sobre las evaluaciones. Los tres, cuatro, cinco, seis o siete magníficos analizando uno a uno a los chavales, viendo cómo les va y contando anécdotas. Se me hace eterno. Es cierto que se toman decisiones importantes y se hacen con seriedad, pero también es verdad que a la gente le gusta mucho sacar la lengua a pacer y acabas oyendo cada cosa que es de alucinar. Será el aburrimiento o el cansancio, pero a mí me acojona un poco pensar qué sería lo que dirían de nosotros nuestros profesores en su momento. Cuanto más pequeño el instituto y más pequeña la ciudad, peor. El que no es vecino es amigo de los padres, el que no se sabe las correrías nocturnas se sabe las amorosas, y el menda lerenda queriendo que el tutor diga el siguiente nombre de la lista para ver más cerca la salida...

Particularmente rechazo aquellas evaluaciones en las que está presente un orientador/a. Este gremio merece una entrada propia y específica. Sus opiniones generalmente vienen determinadas por su absoluto desconocimiento de lo que es un aula y su absoluto convencimiento de que saben más que los demás. Generalizo pero es lo que me he encontrado por ahí. Con la cantidad de alumnos con necesidades especiales que he tenido y nadie me avisó, les pueden dar un poco por el culo. Recuerdo particularmente a un tipo que me topé un año y que me dijo, no sin cierto misterio, “a ver si te fijas en esta chica, que sospechamos que tiene anorexia”, a lo que yo respondí, no sin cierto misterio también, “¿qué es la anorexia, que no puede leer o escribir?”. Con todo mi respeto para las enfermas, claro, pero esta chica no cumplía ninguno de los requisitos. Menudo fiera el orientator.

Pues así están las cosas en esas maravillosas horas que nos pasamos fuera del horario lectivo y que parece ser que nadie reconoce que hacemos. A algún padre cabrón y a algún político ignorante habría que enseñarle las horas que echamos y que no se reflejan en ninguna parte, pero hacen que sus hijos y futuros posibles votantes tengan las notas el día que toca, y todas puestas con rigor y seriedad, aunque con infinito aburrimiento por parte de quien esto suscribe.

Aprovecho para recordar que mañana miércoles vuelvo a errantear porque llegan las vacaciones, y que esta fuente de improperios e intimidades permanecerá debidamente clausurada por cierre de negocio unos días, salvo que me aburra en esos laaaaargooooss y totalmente inmerecidos días de descanso que seguramente el año que viene ni nos pagarán por aquello de ahorrar dinero público para seguir pagando colegios concertados. Me da que me tenía que haber dedicado a la guitarra.

A pasarlo bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario