¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

martes, 24 de abril de 2012

Villalar of the Communards


Hubo una vez un grupo musical que sacó una canción que tuvo mucho éxito. El éxito, no obstante, fue algo efímero y, aunque hoy hay quien todavía se acuerda de ellos, e incluso quien tiene alguna canción grabada en un cd que siempre lleva en el cocherito leré, como grupo sólo duraron tres años. Yo no sé qué habrá sido de ellos, a lo mejor tienen cuenta en linkedin o algo así y algún trabajo relacionado con las redes sociales, que es lo que está de moda.



Varios cientos de años antes, otro grupo decidió iniciar una aventura menos musical y, tras algunos éxitos inciales, terminó bastante mal al cabo de dos años, en una campa que, desde el punto de vista de la táctica militar, es algo así como lo peor de lo peor de lo peor. No podían haber elegido las colinas de más allá, no. Tuvieron que liarla en el sitio donde posiblemente más viento y polvo se come de toda CyL. Es verdad que hay veces que no puedes elegir, pero coño, menudo sitio. Me entero ahora de que El Empecinado estuvo en Villalar en 1821. Normal, era de Valladolid. Siempre me gustaron sus patillas-bigotón y el gesto con que lo retrató Goya. Supongo que él vería el sitio y opinaría como yo.



El Empecinado visto por un sordo


En este país somos mucho de conmemorar derrotas. También pasa con las canciones populares. Perdimos en el 34 en Asturias y cantamos. Perdimos la Batalla del Ebro y cantamos. Perdimos Madrid y cantamos. Ya me extraña no conocer ninguna coplilla sobre Gibraltar, pero también es verdad que igual queda muy facha.

Pues resulta que, a pesar de la mitología que algunos le quieran imponer a todo el tema de los comuneros, hoy en día, nos encontramos con que todos los principales implicados tienen calles en su honor: en Madrid tenemos la calle de Adriano de Utrecht; en Aranda de Duero o en Burgos tenemos la dedicada al Condestable de Castilla; tenemos una en León para el Almirante de Castilla; en Burgos nuevamente tenemos una calle para Antonio de Acuña; a María Pacheco se la dedican en Simancas, tenemos la Juan de Padilla en Cigales, la de Juan Bravo en Valladolid o la de Francisco Maldonado, cómo no, en Salamanca; y de Carlos V ya ni hablamos... Se podría concluir que casi 500 años después, reivindicar a Padilla o a Adriano de Utrecht quedaría un poco fuera de lugar, pero eso es una opinión de este errante interino que no sabe en qué mundo vive... Paro de hablar de esto no sea que me pase como a Los Nikis y se me malinterprete. Que no es plan.



Lo que sí es cierto es que entre jotas, ron, trova y el himno de la URSS, a uno le importan menos el viento y el polvo. De todo hubo mucho, sobre todo viento y polvo. Pero tal vez ésa sea otra historia.

Hasta más ver.

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