¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

lunes, 16 de abril de 2012

Lo que vale el tabaco


Hoy definitivamente he decidido pasarme al tabaco de liar. Con lo que gano y lo que fumo no me da el sueldo para comprar tabaco “normal”, comida y cubrir los suministros básicos del hogar. No soy el único que está en esta situación porque cada vez se ve más a la gente liándose sus cigarritos por ahí, lo cual supongo que estará haciendo muy felices a los comerciales de OCB, Smoking y demás marcas por el estilo.




Tengo que reconocer que prefiero fumar tabaco de cajetilla, es más cómodo y parece como más elaborado, pero al precio que está ahora mismo es prohibitivo. Además el hecho de tener que liarlo hace que fume menos, con lo cual todo son ventajas. He tenido que refrescar mi memoria reptiliana para cogerle otra vez el tranquillo al asunto de liar. De tardoadolescente me regalaron por un cumpleaños un “kit” que incluía una liadora, una carterita pequeña con un espejito y un objeto cilíndrico, de poco diámetro y no más largo que un dedo meñique tamaño medio, decorado finamente, con un extremo más ancho que otro... De aquélla no se fumaba tabaco de liar, ni yo me solía maquillar (ahora tampoco) ni tenía ganas de jugar a las cerbatanas, así que el “kit” acabó perdiéndose por desuso, hecho del cual he de decir que me arrepentí años después.

Juegos educativos Geyper, o casi


Ahora no necesito la liadora, más o menos me voy apañando y aunque los pitos salen un poco raros, son fumables. Espero que dentro de un tiempo sea capaz de hacer como Lucky Luke y liármelos subido en Jolly Jumper y cabalgando por la pradera, alejándome hacia el horizonte mientras cae el sol, pero por ahora me tendré que aguantar con liarlos en mi platito sopero y tirar de los que todavía tengo de cajetilla para los trayectos de y desde el tuto a casa.




La pregunta que me hago es la siguiente: ¿cómo es posible que haya subido tanto el tabaco? Hoy ya no te encuentras tabaco rubio por menos de 4 euros en las máquinas de los bares, y en los estancos casi no hay ninguna marca que no sepa a gato quemao por menos de 3,80. Ni el Braniff, que estaba barato, venden en el estanco que me pilla de paso, así que chungo. Pero insisto en mi pregunta, ¿cómo ha subido tanto?, ¿han subido los sueldos en la misma proporción? ¿Es por nuestra salud? Ni de coña, es para pagar el puto agujero que hay por culpa de darles 200.000 millones de euros de dinero público a los hijosdeputa de la banca, y por ahí no sé cómo pasamos.


Lo de subir el tabaco no deja de ser una expresión, no la más grave, de lo que nos espera. Tengo gran curiosidad por saber qué es lo que han hablado hoy el ministro de educación y los consejeros autonómicos del ramo. Imagino que sólo habrán pergeñado maldades, y seguramente la consecuencia será que el próximo curso tal vez mucha gente no tengamos ni para tabaco de liar, así que en cuanto me entere de todo ello haré una disertación cafre al respecto, a ver si me denuncian, me hago famoso y le hago unos bolos a los de TeleCinco que me saquen de la pobreza.


Lenin, serio y firme

Además resulta que esta tarde he estado leyendo a Boris Vian y a Lenin, con lo cual vengo encendido. De Lenin estaba repasando unos pasajes de “El Estado y la revolución” donde aclara, aviso para navegantes, que Engels, en el Anti-Dühring, en ningún momento dice que el Estado burgués se vaya a extinguir, como interpretaban los oportunistas, sino que tiene que ser destruido por el proletariado en la revolución y que será sólo el Estado proletario que surja de la revolución el que se “extinga” posteriormente. Me gusta particularmente la expresión siguiente: “de que la violencia es el instrumento con ayuda del cual el movimiento social se abre camino y rompe las formas políticas muertas y fosilizadas, de todo eso no dice una palabra el señor Dühring”, justo después de mencionar la frase de Marx en la que habla de la violencia como la “partera de toda vieja sociedad que lleva en sus entrañas otra nueva”. Que nadie se extrañe de que un día nos suban más el tabaco y se monte la de dios, recuerdo que la revolución de febrero del 17 empezó con las mujeres pidiendo pan ante la Duma, y la Revolución Francesa estalló por la subida del precio del pan. Ná, solamente pa quien lo quiera oír, ¿eh? Que luego no digan que no avisé.

Boris, expresividad contenida

                
¿Y Boris Vian? ¿Por qué me enciendo con Boris Vian? Pues está claro, porque leyendo los cuentos de El lobo-hombre, algunos de los cuales son la canela fina del chunguerío, me llego a identificar con Clams Jorjobert y su mala pata, con Ouen y su triste historia, con en el mirón Jean y su muñeco de nieve, con Urodonal Carrier y su exceso de pensamiento, y me enciendo pensando que el mundo a veces se ceba con quien no debe. No es que yo esté ahora en plan autocompasión, pero sí que me ha traído el recuerdo de momentos en que sí lo estuve y la verdad es que jode recordar esa sensación. Y si encima me han subido el tabaco, pues ya pa qué queremos más. No obstante, me gustó más “Escupiré sobre vuestra tumba”, es más cafre.


Menos mal que esta mañana había visto a mis gemelos favoritos (a los que he decidido bautizar como mis pequeños Dalton, sin ninguna maldad) porque si no ya hubiera salido a quemar la muralla....

Hala, me voy a hacer una tortilla francesa para cenar como cenaba mi abuela: rico y ligero

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