¿Te ha tocado dar vueltas por ahí como una peonza? ¿Tienes más especialidades acreditadas de las que puedes recordar? ¿Conoces pueblos y ciudades de CyL? ¿Tu coche tiene más de 150.000 kilómetros? ¿Te jode que echen sal en las carreteras cuando no nieva ni va a nevar? ¿Tiras con media jornada y te han puesto un horario de mierda? Pues a lo mejor te interesa leer esto. Bueno, o no, pero da igual, yo lo pongo de todas formas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Hubiera dado un paseo pero en su lugar escribo esto


Últimamente soy muy de comercio de proximidad. No es que haya sido algo buscado, pero resulta que, concretamente, tengo muy buena relación con el sector hostelero abulense y, más concretamente, con algunos de los responsables de los bares de esta bendita ciudad. Sería largo de contar el viejo debate entre el pequeño comercio y la gran superficie y el carácter antimonopolista de nuestros amigos los tenderos, así que lo dejo para otro día y ahora me centro en otras cosas que me parecen más interesantes. Por si no se notaba en la entrada anterior, estoy un poco sensible y no me apetece hablar de cosas sesudas, sino más bien de anécdotas o de cosillas un poco así.

Esta tarde no estaba yo para muchas gaitas y necesitaba distraerme como el comer. Son cosas que no cuento por aquí pero que están y que hacen que a veces se me venga la casa encima y que necesite cambiar un poco el escenario. Tenía un plan que me entusiasmaba a medias, pero por diferentes malentendidos el plan se ha ido al carajo y he tenido que buscarme la vida, así que he decidido pasarme por un bar que hay en la zona norte, al que no había ido nunca, sobre el que me habían hablado hace tiempo y donde, agradablemente, puedes oír a Franz Ferdinand mientras tratas de descubrir si los instrumentos clavados a la pared son auténticos o son réplicas. Una pareja simpática la que gestiona el local, preocupados por si como bocatín o no con mis majaus, no sea que pase hambre el chaval o le siente mal tomar cerveza sin comer. Hay que agradecerles que tampoco es que tengan la puta manía de parecerles mal que no les aceptes un pincho, que parece que es la moda de aquí. Uno no siempre que bebe quiere comer, eso hay pocos que lo entienden en Ávila, por eso soy muy fan de todo atendedor de barra que no me ofrezca alguna delicatessen cuando pido mi cerveza. Que me dejen mis olivas que cuando quiera algo más elaborao ya me buscaré la vida.

Cambiando de escenario he vuelto a mi barrio y he visitado a otros que me caen bastante bien y siempre me llaman “mi niño”, y donde generalmente hay Chuchis, porras y cafés con leche, pero también choricillo frito, unas albóndigas del copón y unas costillas sabrosonas que hacen que mancharse las manos de grasa sea un gusto. A esas horas sí quería pincho. Antes de que acabe el curso elaboraré un listado con los nombres y forma de acceso de todos los establecimientos hosteleros que merecen visita cuando se está aquí, pero hoy no porque quiero garantizar mi anonimato y me da miedo pensar que algún lector/a de este blog pueda haber estado en el mismo sitio que yo y me reconozca por mis p....

Bien, en todo caso he estado de palique un rato y me ha servido para esa distracción que necesitaba casi desesperadamente hoy. Luego he hablado con un amigo por teléfono un rato largo, hemos planificado hacer algo juntos en el futuro y aquí me encuentro, pensando en una entrada futura en la que estoy dispuesto a decir por qué me gustan gente como Bambino o Raphael, por qué es posible mezclarlos con el Señor Chinarro y los amiguetes de Flow, o por qué motivo el tango es posiblemente la música más sublime jamás creada. Recuerdo ahora que había quedado en hablar de tango hace ya bastante tiempo. No sé si ahora ni nunca será el momento de hablar en serio de tango, dado que ni soy experto ni me las tiro de ello, pero sí es verdad que es uno de los géneros en los que casi todo lo que he oído me ha gustado mucho, incluso lo más moderno.

El tango es la música de la nostalgia. Una gran mayoría de los tangos van sobre el barrio perdido, los amigos perdidos, pintan recuerdos de juventud e infancia, de amores perdidos o de la vida que pudo ser y no fue porque no se pudo. No hay ni un solo tango que sea alegre, pero aún así es una de las músicas más interpretadas y apreciadas del mundo, y creo que es por dos razones: una, el ritmo, que es el 2/4 y que pega mucho en general a todo el mundo, y dos, que conecta de manera excepcional con los momentos más jodidos de la gente, lo cual es siempre de apreciar aunque no queramos admitirlo. Y luego está el baile, que tiene ese rollo atractivo que han jodido ésos que se dedican a dar clases de bailes de salón y lo mismo te enseñan tango de mierda europeo que chachachá, y que hacen pensar a la gente que podría estar en una milonga y ser medio decente. No, porque lo primero que hay que hacer para bailar bien tango es sentirlo, entender al menos una parte, haber estado jodido alguna vez en serio. Así el compás se nota más, los pasos se dan con mayor fluidez y se puede agarrar a la pareja, siempre distinta en las milongas de verdad, sabiendo que te va a seguir las indicaciones. Escribiendo esto me he acordado de esta pareja, a la que tuve la oportunidad de ver en directo y conocer y a los que agradezco enormemente que existan, que hagan que todo parezca fácil, y porque me alegran, qué carajo. Es tango nuevo, que no me maten los puristas. 




No sé si esto tiene sentido leyéndolo desde fuera, si hay hilo o simplemente estoy poniendo lo que se me viene a la cabeza, pero me da bastante igual. Esta noche es para mis jartadas, dichas como sea. Tal vez otro día hable sobre confianza, amor, compromiso y demás, pero ahora no toca. Eso es para otras conversaciones.

domingo, 27 de mayo de 2012

¿Tú quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?


Prácticamente acabo de comer a las 17 horas. Nada raro teniendo en cuenta que me acosté bastante tarde y que, como suelo hacer los fines de semana, bajé bien la persiana. No es que haya dormido mogollón, pero sí lo suficiente para enfocar la semana con la cabeza algo despejada, que siempre es importante.

Lo cierto es que ha sido un fin de semana de ésos para recordar durante muchos años, pero como me he visto envuelto en actividades ilegales, pues no las voy a contar con detalle, que nunca se sabe quién acaba leyendo las historietas que uno pone por aquí. Nada muy grave, debo decir, pero sí tipificado, así que ruego que nadie pregunte porque no daré más datos por esta vía. En todo caso, un viernes salvaje y un sábado genial, brutal y redondo.

De lo que hoy quiero hablar un poco es de los cambios de perspectiva. Me explico: hay multitud de cuentos e historias que todos y todas conocemos, que forman parte de la cultura popular, que nos han contado miles de veces y que nosotros mismos hemos contado (si no somos hijos de la logse y por tanto sabemos que memorizar tiene utilidad en el estudio, claro), y que pueden dar mucho juego simplemente si nos ponemos a pensar en ciertos detalles de los mismos y les damos un poco la vuelta.

De esas conversaciones guays que uno tiene en la vida, anoche salió el asunto de cuál pudo ser el criterio por el cual los tres cerditos se repartieron los diversos materiales de construcción (paja, madera y ladrillo) para sus casas respectivas. De eso el cuento no dice nada y queda abierto a la imaginación, pero estoy por apostarme algo a que no fue una cuestión pacífica, porque en la vida siempre hay conflicto y, por mucho que los cuentos lo quieran ocultar y/o dulcificar, las relaciones fraternales no siempre son fáciles, y menos cuando lo que está en juego es librarse de un lobo cabroncete que tiene bastantes recursos. 

Vaya tres patas pa un banco
Estoy seguro que el primer cerdito, el de la casa de paja, no era tan vago como lo pinta el cuento, sino que en el fondo era el hermano con más complejo de inferioridad, que tiene como asumido su papel de apaleao y directamente pasa de la defensa de sus intereses: sería algo así como la negación de la asertividad y, sí, luego sublima sus problemas mediante el juego individual, donde manda él y sólo él. También creo que el segundo y el tercer cerdito se lo jugaron al azar. Está claro que la madera es mejor material de construcción que la paja, pero el ladrillo acaba siendo insuperable si lo que quieres es que el lobo no te toque mucho los cojones. Fijo que un cerdito quiso engañar al otro, no me cabe duda. No sé exactamente si el método fue el póker o los dados o los chinos, o simplemente el recurso al acertijo como en La princesa prometida, otra peli que es un cuento y que también me encanta. En todo caso, está claro que uno ganó y otro perdió, como suele suceder cuando se tienta la suerte de cierta manera.


Esto puede dar para mucho, pero sólo voy a incluir otra referencia para dejar el tema abierto a posibles nuevas ediciones del debate. ¿Alguien sabe exactamente qué estructura grupal-familiar mantenían los 7 enanitos antes de que apareciera Blancanieves en sus vidas? Creo que prácticamente todo el mundo presupone que son hermanos, más que nada porque la acondroplasia es una enfermedad genética, según dicen los expertos. No obstante yo considero más razonable pensar que se trata de una cuadrilla de leñadores contratados específicamente por la malvada reina para talar árboles de pequeño tamaño en los bosques reales; si nos ponemos a pensarlo un poco, prácticamente saliendo ya del feudalismo es casi seguro que no fuera del todo fácil encontrar mano de obra en el campo que quisiera deslomarse aún más para cortar helechos, arbustos y matorrales, o para tratar los bonsáis que seguramente ya estarían poniéndose de moda aunque el cuento no haga referencia ninguna a los viajes al lejano oriente. En contra de esta teoría se me podrá argumentar que no llevan camisas de cuadros de franela, pero casi como que no me convence. Y la cuestión es ¿quién era el jefe de la cuadrilla, pues? Por sus nombres resulta fácil aventurar una respuesta: Dormilón, Feliz, Mudito, Tímido, Gruñón, Mocoso y Sabio. Una persona normal entendería que Sabio es el jefe natural de la cuadrilla, porque él es el primero en levantarse, realista, habla y no tiene temor a dar órdenes, es respetuoso con sus subordinados y no anda sonándose la nariz constantemente, pero ¿y si no fuera así? ¿Y si nos encontrásemos con la pura y dura realidad que nos dice que es más probable toparse con un jefe gruñón o mocoso que con uno sabio? Nunca lo sabremos porque no hay fuentes fiables para afirmar o negar ninguna cosa de las que digo, pero siempre es buen ejercicio cambiar de perspectiva sobre las cosas, también sobre las serias.

Llevan picos pero realmente son leñadores


miércoles, 23 de mayo de 2012

Póker de copas son tres ases y una reina, ¿no?


Día de huelga y mucho esquirol suelto, pero al final a la manifestación va gente y parece que es un éxito. Supongo que todos los compañeros y compañeras que hoy han decidido trabajar, sobre todo los interinos errantes o no tan errantes, tendrán claro que el curso que viene todo les va a ir de puta madre. Ellos sabrán, pero aquí no sólo corren listas en un sentido.

En fin, ahora no tengo ganas de echar bilis y me apetece hablar de cosas algo más mundanas. Como después de la mani, salvo que sea Huelga General, te sueles tomar una caña, le estuve dando vueltas al asunto de con quién me iría yo de pedo antológico, asunto sobre el que hace tiempo prometí hablar. Reconozco que ya una vez me puse a escribir sobre ello, pero resultaba un poco artificial, realmente no estaban quienes tenían que estar y por eso no lo colgué. Hoy empiezo de cero y seguramente mañana pensaré otra cosa, pero eso es lo bonito de las chorradas, que nadie te exige coherencia.

En principio serían cuatro las personas con las que, tal vez por separado, para no liarla, me pasaría una noche de ésas memorables. Pero realmente sólo voy a hablar de tres, porque la primera es alguien que está por aquí y no os la voy a describir, pero merece la pena para irse de pedo y también para ver pelis, entre otras muchas, muchísimas cosas.

Bien, que hoy no interesa hablar de my heart, sino de tres personajes dignos de apoyarse en la barra del bar de Chuchi con este interino errante y soltar babayadas sin fin, contar historietas estúpidas y abrazarnos en plan amigos de toda la vida para luego quedarnos con un vago recuerdo. Vamos, una noche canalla de ésas que dicen los poetas modernos que me dan tanta grima.


Michi, te extrañamos


Así, a bocajarro: Sánchez-Dragó, Coque Malla y Michi Panero. Es una pena que Michi ya no esté entre nosotros, pero algunas veces que he salido solo y he acabado hablando también solo en una barra o volviendo pa casa, reconozco que una parte importante de las conversaciones imaginarias eran con él. Era un tío guay, una pena no habernos conocido de verdad. Ya que estoy, sigo con Michi, que está claro que es el que mejor me cae de los Panero. 



No es que Leopoldo no tenga su interés, pero sería imposible tener una conversación mínimamente razonable con él, y para volverme loco ya me basto y me sobro yo, aunque me gustaría pedirle que me contara otra vez la historia del “conejito blanco” que explica en el desencanto. Soy más de Michi porque yo creo que era el más razonable de los tres, a pesar de tener también sus cositas, en definitiva, el más soportable, porque con los otros dos estoy seguro que no aguantaría más de una hora. Entiendo que Michi sería capaz de contarme, sin tantos aspavientos ni circunloquios, cuál era la verdadera relación entre su padre y Luis Rosales, que siempre me ha intrigado porque en aquella época no se llevaban las flores ni las camisas de lunares, y menos entre personajes tan queridos por el régimen como esos poetas insignes que cantaban a las encinas solitarias o a la nieve que unifica al mundo. Le pediría que se cuidara un poco más la salud y que no trasnochara tanto, pero resultaría un poco irónico. Qué buen tipo el Michi y qué mala suerte tuvo. Beberíamos carajillos de whisky toda la noche.


San Miguel como yo pero ¿este hombre se depila?

Coque Malla es otra historia. Debo reconocer que yo supe de la existencia de Cuenca no en geografía de EGB, sino por su insistencia en irse para allá cada vez que en “Todo es mentira” en tenía algún problema con Penélope Cruz. 



Bueno, el tema es que me gustan Los Ronaldos y me gustan los personajes que interpreta en las películas, que siempre pensé que son un poco él mismo, sin mucha actuación, porque en el fondo siempre hace igual, lo que algunos dicen que es tener gran personalidad y yo suelo creer que es ser mal actor. Conozco más malos actores pero con ellos no es divertido tomarse copas. A Coque le pediría que me explicase si en “No puedo vivir sin ti” lo que está diciendo en el fondo es pa bien o es pa mal, porque una cosa es no poder vivir sin ti en plan estar enganchao como a la droga y otra muy distinta no poder vivir sin ti en plan voluntario y consciente.



Realmente no me importa mucho la respuesta, porque las dos me parecen bien, pa qué voy a mentir, tienen el mismo efecto práctico, pero estaría bien saberlo para luego hablar de qué será de Jordi Mollá, al que igual hay que hacerle una serie como a Jorge Sanz. 


Beberíamos cañas de barril hasta que le diera por invitarme a un moscatel bueno, que pa eso es artista y tiene pasta.

La arruga es ¿bella?

Y sí, por último está Dragó. No tengo ningún problema en reconocer que es un tipo que me cae como la mierda cada vez que abre la boca para hacer algo que no sea presentar “Negro sobre blanco”, pero una borrachera con él tiene que ser bru-tal, sobre todo si eres como yo un poco jarto y tienes grabadas partes de sus entrevistas a determinados personajes. 



Dragón, como yo prefiero llamarlo, es un fenómeno contando su vida, sus historietas místicas, sus relaciones con las sustancias y luego su magia a la hora de escribir 100 libros en dos días (en la cantidad de libros y de días exagero, pero creo que él y César Vidal están más o menos a la par, aunque a éste último seguro que la palabra “negro” le da mal rollo). En fin, que Dragón tiene mucho que contar y en el fondo lo que haríamos en el bar es entrevistarnos mutuamente, y yo le contaría alguna de ésas conversaciones raras que he tenido y de las que hablaba el otro día, le ofrecería hacer un libro conjunto, escrito por un tercero, de epigramas inspirado en la poesía bucólica coreana pero sin pasarnos de listos, sólo para ir a presentarlo al Círculo de Bellas Artes de Madrid y que yo luego pueda ir a mi pueblo a contarles a los paisanos del bar que salí en la tele borracho con un señor que, sí amigos, vive en Soria y tiene una novia japonesa que nadie sabe cómo es capaz de aguantarlo. Todo sería con cariño, al día siguiente se nos olvidaría lo de los epigramas y me negaría el saludo si me viera por ahí. Y claro, yo también se lo negaría, porque pa puta puta, la tacones. Ah, y habríamos bebido sake si lo hubiera en el bar, pero acabaríamos seguramente tomando té de hierbas con gotas de veneno, que le pega más. 


lunes, 21 de mayo de 2012

Sobre el esquirol docente

Interesante esto que he encontrado en http://mareaverdemadrid.blogspot.com.es/

Realmente sería hexálogo, pero bueno, se les perdona

 

DECÁLOGO DEL ESQUIROL DOCENTE

El blog ASAMBLEA IES ARTURO SORIA nos vuelve a recordar el Decálogo del esquirol:

1.    No hago huelga porque económicamente no me lo puedo permitir.
No puedo permitirme que me descuenten cien euros, entendedlo. Yo y toda mi familia pasamos tanta hambre que el sueldo de un día nos resulta mucho más imprescindible que plantarnos ante una pérdida de derechos histórica. El sueldo de un día es más importante que exigir que nuestros propios alumnos no se vean hacinados en grupos de más de cuarenta; que no puedan ir a la universidad porque sus familias no puedan pagar una subida astronómica de tasas; más importante que se cercenen nuestros derechos laborales como empleados públicos o que se despida a 40.000 profesores COMPAÑEROS NUESTROS.


    2.  No hago huelga porque las huelgas no sirven para nada.

Las huelgas no sirven para nada, porque como todos sabemos la huelga educativa de 1987 jamás existió. Nunca, a consecuencia de esta huelga, dimitió un Ministro de Educación ni se retiró un proyecto de Estatuto Docente del Profesorado. Todos los derechos de que disfrutamos actualmente nos los echó por la chimenea Santa Claus, esto es un hecho.

3. No hago huelga porque yo estoy a favor de otro modelo de protesta.

No hago esta huelga pese a que es una huelga histórica, general para todas las etapas educativas desde infantil a la universidad en todos los rincones del estado, porque yo prefiero una huelga a la japonesa, o no firmar actas, o no hacer exámenes, o dar un aprobado general, o hacer una manifestación al mes, o una huelga indefinida… pero que nadie se entere de que todas estas cosas son compatibles con un éxito de convocatoria de la huelga del día 22 de mayo o mejor, que nadie sepa que si cualquier día de estos convocasen alguno de esos modelos de protesta tampoco estaría de acuerdo con ellos, sino con otro distinto que se me ocurriría de forma repentina. Mejor colaboro en hacer fracasar esta convocatoria y en dejar pasar una oportunidad única para asegurarme de que no se convoca ninguna movilización más. Esta es mi sublime estrategia para luchar por mis derechos, los de mis compañeros y los de mis alumnos presentes y futuros.

    4. No hago huelga porque no estoy de acuerdo con los sindicatos.
     La huelga no es a favor o en contra de los sindicatos, asociaciones de padres, madres y alumnos, asambleas y plataformas de profesores, vecinos y cuidadanos ni partidos políticos que la convocan y/o apoyan. La huelga es contra los salvajes recortes en la Educación Pública, una reducción del presupuesto de más de 3.000 millones de euros que supondrá una masificación de las aulas, el despido masivo de profesores y por tanto un grave deterioro de la calidad de la enseñanza y de las condiciones laborales del profesorado. Además, la subida de las tasas universitarias y el encarecimiento astronómico de los másteres limitará las posibilidades de acceso a la educación superior de los alumnos cuyas familias no dispongan de recursos económicos suficientes. No olvidemos que los recortes incluyen una drástica reducción de las becas universitarias y de las ayudas a la compra de libros o comedor escolar en el resto de etapas.  Pero yo no secundo la huelga para expresar mi desacuerdo con los sindicatos aunque ello suponga dar mi respaldo tácito a las medidas gubernamentales que perjudican gravemente tanto a mis alumnos como a mis compañeros y a mí mismo. 

5. Tengo derecho a no hacer huelga.  

Tengo derecho a ir a trabajar un día de huelga y voy a ejercerlo. El curso que viene más de 40.000 de mis propios compañeros no tendrán derecho a trabajar ningún día porque serán despedidos, o como se dice ahora “no contratados”. Mis compañeros o yo mismo puede que también lo seamos cuando perdamos el estatus de funcionario docente o puede que no cobremos una buena parte de nuestro sueldo si enfermamos, pero a mí me da igual. Lo prioritario para mí es defender mi derecho a trabajar el único día de huelga que se protesta contra todo esto o mejor dicho, mi derecho a vaguear mientras cobro el sueldo de un día en que sé que apenas acudirán alumnos a clase y en que por tanto no habrá normalidad académica.

    6. Quien me llama esquirol no es un demócrata.

Yo tengo derecho a reventar una huelga, a no secundar una acción colectiva que defiende los derechos de todos, y que convocan de forma unitaria todos los colectivos sindicales docentes, de padres, madres y alumnos. También tengo, faltaría más, derecho a beneficiarme de todo lo que se consiga con esta huelga y de lo que se ha conseguido en otras, aunque yo no haya participado en ellas. Lo contrario sería discriminación. 

Además tengo derecho a que nadie me considere un esquirol ni mucho menos me llame esquirol aunque lo sea.
La libertad de expresión de los que quieran decir en voz alta que ser un esquirol es ser insolidariorastreroegoísta y miserable es incompatible con la democracia. La libertad de expresión sólo es para aquellos que sentados en la sala de profesores nos dedicamos a decir que las huelgas no sirven para nada, que no vamos a secundarlas porque no nos lo podemos permitir o que a nosotros los recortes no nos afectan, aunque nada de eso sea cierto.  
"Judas Iscariote fue un gentelman en comparación con un esquirol. Al traicionar a su maestro no le faltó el valor para ahorcarse. Y el esquirol no lo tiene".  Jack London.

Conversaciones raras de la vida


Todo el mundo ha tenido alguna ocasión en la que se pregunta “qué carajo hago yo hablando de esto”. Me refiero a esas ocasiones en las que sin comerlo ni beberlo te encuentras en una conversación que es de las que luego mola contar porque se sale tanto de lo habitual, o te dicen cosas tan raras, que tienes luego que compartirla con alguien más, alguien que comparta un poco tu visión y te diga “ni idea chico, pero siempre te pasa igual”.

Pues sí, hay temporadas en las que me siento como un imán para las conversaciones raras. A veces las genero yo, pero otras muchas me vienen dadas, pero al final mola contarlo, pa qué voy a engañar a nadie. La cuestión, como siempre, es contar las cosas con gracia.

Resulta que durante una época de mi vida era absolutamente incapaz de evitar que cualquier tarao/a me contara cualquier cosa que le apeteciera. Tenía (y tengo) algún tipo de tara que impedía mandar a tomar pol culo a cualquiera que le diera por interrumpir mis meditaciones, o mis no meditaciones, para contarme cualquier chorrada. Recuerdo una vez, en una cafetería cerca de casa de mis padres donde a veces tomaba algo y leía el periódico y la dueña, una portuguesa gordita, siempre me ofrecía pinchos de pollo con mayonesa, que un tipo, pensando que debía estar yo muy aburrido pasando las hojas de La Voz de Asturias, decidió que tenía que entretenerme contándome su vida y milagros. Lo cierto es que la vida era un puto drama, una historia de ésas que de lo truculenta que es no puede ser mentira porque piensas que nadie se puede inventar tanto. En esas ocasiones sueles tener la mosca detrás de la oreja, pensando en que te acabarán pidiendo pasta o cualquier otra cosa más comprometida, pero llegó un momento en que se me olvidó este prejuicio y acabé metiéndome realmente en la historia. No fue excesivamente largo, pero se ve que el tipo tenía ganas de desahogarse y yo estaba a tiro. Si esto hubiera sido hoy seguro que el hombre estaría escribiendo un blog titulado algo así como “Fui marinero antes que fraile”. Volví a ir al bar varias veces pero no me lo volví a encontrar. Casi me dio pena porque tenía algunas preguntas que hacerle. No lo he vuelto a recordar hasta hoy que, conversando sobre conversaciones, debo haber activado una parte del cerebro o algo.

Hay otro tipo de conversaciones raras en las que el problema no es que creas que te van a dar la chapa, sino que al día siguiente te das cuenta de que eras tú el que hacía de braseator. Sí, generalmente pasa de noche, o por lo menos a mí. Últimamente no es el caso, pero sí que recuerdo alguna vez en la que no sé cómo no me mandaron a la mierda. Hace un tiempo me daba por abrasar a la gente con un tema recurrente, yo creo que hay algo inconsciente que tengo que tratarme, y era lo muy bien que podría ser vivir en un mundo como el de “Un mundo feliz”, la novela de Huxley. Reconozco que tengo en ocasiones cierta tendencia a provocar y que me gusta que la gente me tome por tarao en algunos momentos. En concreto, mi argumento era que un mundo en el que tú estás condicionado para tener ciertos gustos y que no es posible que te gusten otras cosas, en el que estás condicionado para realizar un tipo de trabajo y no es posible que te apetezca hacer otro trabajo, en el que estás condicionado para hacer determinadas cosas en tu tiempo libre y no te puede apetecer hacer otras cosas, y además te dan soma de vez en cuando, es realmente un mundo feliz, donde todo el mundo querría vivir porque estaría condicionado para no querer vivir en otro sitio. “¿No sería maravilloso?”, preguntaba yo tras exponer en breves minutos este argumento. Según el grado de embriaguez y sentido del humor del interlocutor/a, a veces la cosa acababa muy mal, pero otras veces daba pa mucho el temita. “Si un epsilon no puede ser alfa, no me mola, pero si un epsilon no quiere ser alfa, entonces está bien”, me contestó una vez un demócrata que ahora va de autogestionario por la vida. Se lo recordaré mediante un mensaje anónimo cuando el demócrata-autogestionario tenga un cargo político y pasta para atender a mi chantaje... Y es que la cuestión no era que yo dijera burradas, sino ver la reacción de los demás, porque realmente hay gente con poco sentido del humor en este puto mundo, y a mí, tengo que reconocerlo, me gusta ponerlos en aprietos.

En otra ocasión, cierto personaje del sur de Despeñaperros, litros de calimocho mediantes, se atrevió a decirme que la virgen de covadonga era “un muñeco de maera”. No es que yo sea muy fervoroso de los símbolos religiosos o regionales, pero me ofendió tanto que me lo dijera uno de una ciudad donde se disfrazan de romanos pa pasear toda la noche a un “muñeco de maera” tres veces mayor, que entramos en una discusión sobre si la gilipollez tiene denominación de origen o se da en todas las zonas de este país. Concluimos amigablemente haciendo una lista de todos/as los/las gilipollas que conocíamos y resultó que cubríamos toda la geografía. Lo malo es que llegamos a ese punto de consenso siendo ya de día y hubo que despedirse porque a mí el sol a esas horas me daña la pupila y no pienso con claridad. A éste no le voy a hacer chantaje porque realmente no era gilipollas y me cae algo mejor que el demócrata-autogestionario.

Las películas de zombies también dan pa mucho. Sobre todo si llevas el equivalente al salario diario de un profesor de tuto a jornada completa en cañas en el cuerpo y además una tapa de cazón recalentado. Uno a veces tiene que ponerse retos, porque yo realmente de pelis de zombies no controlo mucho. Los que acabamos siendo zombies fuimos nosotros, pero no podré jamás negar que fue una de las mejores tardes-noches de mi vida, con final dramático: uno de los participantes llegó a su casa dos días después (nadie sabe aún hoy dónde estuvo, creo que él tampoco), mientras el resto y yo disciplinadamente cumplíamos con las obligaciones sociales y cenábamos sin pretensiones en un sitio con muchas pretensiones, cuyo personal tuvo que oír de todo y estoy seguro que a día de hoy siguen recordando a aquellos jartos del norte y el sur que, con niños pequeños a la mesa, pedían si había fuera de carta “trotskistas rebozados” y “carrilleras de eurocomunista”. Qué mala influencia para esas tiernas mentes...

En fin, son algunas muestras. Hay alguna más pero para otra ocasión.

viernes, 18 de mayo de 2012

Nos ocupamos del mar



No hay mucho más que añadir a esta canción. La última estrofa es, posiblemente, una de las más bonitas que se hayan escrito/cantado nunca. Para qué voy a hablar yo cuando hay otros que lo expresan mejor...

domingo, 13 de mayo de 2012

Cinco cosas...


El interino errante también es voluble cuando toca. Hoy me ha apetecido poner primero el título y ver qué va saliendo. Como soy amigo de las listas, creo que hablar de cinco cosas que me apetece hacer no suena tan fuera de lugar entre los contenidos de este blog que ya de por sí es un poco outsider porque ni generalmente habla de cosas de interinos, ni excesivamente sobre la enseñanza, ni sobre las vacantes obligatorias o voluntarias, ni tampoco creo que interese a mucha gente lo que hago o dejo de hacer con mi vida o las películas que veo o los libro que subrayo.

Como parece que ha quedado claro ya que al que suscribe le gusta mucho el cine, voy a hablar de  cinco escenas de películas que me gustaría reproducir en mi vida real, con quien quiera sumarse si resulta que en la escena hay más de un personaje. Seguramente a esto que se me ocurre ahora ya le habrán puesto nombre y seguro que algún telediario de fin de semana lo habrá sacado, cogiendo escenas de youtube, en la sección ésa de noticias sin sentido que ponen para rellenar y que quepan más anuncios. ¿Nadie se ha fijado en que los telediarios duran casi el doble que hace unos años pero siguen teniendo menos enjundia que un periódico en agosto? Esto daría para otra parrafada, pero hoy me voy a centrar en lo de las escenas, que me apetece más.

Banda Aparte: correr por el Louvre

Banda aparte es una gran película, de “mamá”, como quien dice. Es posiblemente una de las escenas más conocidas de Godard y, dado lo grande que es el Louvre y la cantidad de asiáticos con cámara que hay, es cierto que apetece hacer como Odile, Arthur y Franz, y echar a correr intentando batir el récord de Jimmy Johnson de San Francisco.Esto ya lo vio Bertolucci y lo metió en Soñadores con buen criterio.

Esta película tiene otra escena, esta vez a dos y no a tres, en un vagón de metro, que me resulta memorable y muy, pero que muy, familiar y reconocible. Godard y Truffaut me gustan entre otras razones porque se fijan en ciertos detalles, y los plasman en sus películas, que no por habituales dejan de ser encantadores.



Cuando Harry encontró a Sally: el orgasmo ¿fingido?

Hace muchos años, durante una temporada, por algún motivo que no recuerdo bien sólo salía los viernes por la noche. Los sábados noche, que mis padres no estaban en casa, me los pasaba viendo varias pelis alquiladas (no había emule ni cosas así, sólo videoclubes) y cenando lo más cerdo que se me pudiese ocurrir y estuviese mínimamente cualificado para cocinar yo mismo. En todo caso, tengo que reconocer que una de las películas que vi varias veces en aquella época fue Cuando Harry encontró a Sally, que me sigue pareciendo muy entretenida y exponente de cierto cine de comedia romántica que no tiene las tonterías que tienen las de últimamente. Billy Crystal siempre me ha caído de puta madre, con esa especie de incontinencia verbal y opiniones para todo. Meg Ryan también, hasta que alguien le dijo que se pusiera labios y la jodió pero bien. Cosas de Joyibud, dirán por ahí. En cualquier caso, la escena, que también es bastante conocida, a mí me dejaría en segundo plano, poniendo caras como Billy, y tendría que ser mi partenaire la que le echase un par de ovarios, sobre todo si el lugar escogido para la representación fuese alguno de los bares o cafeterías que pueblan esta ciudad y donde si vas dos días ya te conocen y te tratan de “mi niño”.



La vida de Brian: ¡vete a la mierda!

Ésta es histórica y bastante habitual en la vida real y en ciertos ambientes. Casi podríamos decir que ya la he representado, aunque sin el tono de comedia. Faltarían los morros de nutria, pero casi como que no me apetecen... los podemos cambiar por palomitas de chocolate, que suenan igual de mal que los morros, pero son más de aquí.




El resplandor: paseo con el triciclo

Creo que ésta obedece a una especie de trauma infantil. Evidentemente no me gustaría encontrarme a las dos gemelas metiendo miedo al girar la esquina, pero ¿quién no sería feliz corriendo con un triciclo tipo Chopper, y derrapando, por unos pasillos enormes de una casa enorme en la que tu padre escribe siempre lo mismo en una máquina y tu madre se dedica a comerle la moral al pobre hombre? Joder, como pa no hablar con tu dedo índice, colega...



Alta Fidelidad: cantar Let's get it on

Con esta película tengo una debilidad. Él hace listas como yo, o yo como él, y siempre quise tener una tienda de discos. Un poco más grande que Discos 3 (hasta que se derrumbó el edificio era peregrinaje de viernes), pero con el buen ambiente que preside Championship Vinile. Hay más paralelismos pero me los quedo para quien me conozca. En todo caso, siempre he querido imitar a Jack Black cantándola, así con pasión, mordiéndose el labio inferior y moviendo la mano con firmeza. Muy fuerrrt.


Y otro día más. Tengo pa unas cuantas listas.



sábado, 12 de mayo de 2012

Tres canciones para una verbena III

El interino errante madruga un poco porque tiene cosas que hacer. Tal vez sea por eso que estoy como con la hora cambiada y en el otro lado del océano, pero recuerdo que esta verbena la tengo en la cabeza y a quién le importa, ¿no?


Alberto Merlo. Milonga del peón de campo. Contarlo no es como vivirlo.


Alfredo Zitarrosa. Candombe del olvido. Uruguay también duele.


Larbanois y Carrero. Zumba que zumba. "El cantar no es no más abrir la boca", ni el hablar, añado yo.


Me tengo que ir. Otro día sigo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Juno casi en junio

Esta tarde voy a ir a ver Juno otra vez. La ponen en pantalla grande y gratis, así que no se puede desaprovechar la oportunidad. Al final va a ser verdad que Ávila no está tan mal...



Me apetece volver a verla y me apetece, entre otras cosas, porque es una película que me genera cierta sensación de tranquilidad. Yo no sé si es por los playeros de Ellen Page o por la cinta del pelo de Michael Cera, pero acabas de verla y estás contento, y eso es suficiente para hoy.

Aparte de la historia, tiene una banda sonora muy interesante y, de hecho, uno de los motivos por los que este interino errante recuerda con cariño esta película es por esta escena


"I don't see what anyone can see in anyone else but you". "No sé lo que los demás pueden ver en otras personas que no son tú". Es toda una declaración de amor, y además suena bonito.

La versión completa es de Moldy Peaches y es ésta


Cosas como ésta hacen que todo merezca la pena. Y además todo tiene solución, hasta los problemones más gordos, ya lo dice Juno.

Me voy a comer.  

I'm in love with how you feel

miércoles, 9 de mayo de 2012

Fin de curso caliente en la enseñanza pública


Antes de que se me complique la tarde cuelgo una cuestión que por fin tiene algo que ver con el título del blog. Ya iba siendo puta hora de que nos moviésemos en serio para defender la enseñanza pública, porque nos están dando como pal pelo y parece que no somos capaces de salir de las críticas en la cafetería.

Ya hay dos convocatorias para mañana jueves y se prevé una Huelga en el sector para el 22 de mayo. Habrá más según las cosas se vayan calentando. Y la gente está muy caliente.



Mañana jueves a la hora del recreo hay que estar a las puertas de los institutos y colegios para demostrar nuestro rechazo a los recortes y a las salvajadas que quieren implantar, y por la tarde, a las 20 horas, en Ávila, concentración en el Grande. Hay que estar sí o sí, y si nadie lo mueve en los tutos o en los colegios tendremos que ser nosotros mismos, porque la cosa pinta muy pero que muy fea. Y si a alguien se le ocurre plantear que no va porque lo convocan “sindicatos corruptos”, pues que vaya cogiendo número para la lista de fusilables. No creo que haya mucha gente más crítica que yo con la dirección de mi sindicato, pero ahora los tiros no van por ahí. Ahora los tiros van por que se tiene que ver que estamos todos hasta los huevos de que nos tomen por el pito del sereno. Además esto lo convoca la Plataforma Regional por la Escuela Pública Laica y Gratuita de Castilla y León, así que a callar bocas.

Ya no se trata sólo de las condiciones de trabajo, que son importantes, sino de que hay un plan definido para desmantelar la escuela pública y beneficiar a la escuela privada y concertada. ¿Cómo? Reventándola por dentro, dado que permitimos que gestionen la enseñanza pública aquellos que sólo creen en ella como un mero servicio asistencial. El PSOE, a pesar de que entre sus miembros hay sinceros defensores de la escuela pública y los servicios públicos, comenzó este proceso abriendo la mano con los conciertos y cagándola tanto que ahora hasta pierden juicios cuando quieren revisar alguno (pasó en Asturias, esto). Es lo que tiene querer gobernar para “todos”, sin criterios claros, que al final acabas gobernando para los ricos, para las grandes empresas, para quienes necesitan que lo público sea de mínimo tamaño y así tener más espacios donde poder generar beneficio. El PP genera menos dudas, porque dicen abiertamente para quién gobiernan. Más bien es que gobiernan para sí mismos, para su clase. ¿Alguien duda de que el objetivo final de todo esto, con la excusa de la crisis, es beneficiar a los sectores empresariales, al mundo del capital, frente a los sectores populares, al mundo del trabajo? ¿Alguien que esté trabajando en la enseñanza pública cree que se va a librar de esta jugada que está muy bien pensada y que es a largo plazo? ¿Alguien se cree que todas estas salvajadas que están queriendo aplicar tienen realmente el objetivo de ahorrar dinero público? Los cojones, porque si quisieran podrían ahorrar de otros lados y no lo hacen ni lo hicieron. Pero es que no es cuestión de ahorrar, es cuestión de entender, todo el mundo, que hay servicios que siempre van a ser deficitarios per se, y que tienen que serlo si queremos que todo el mundo reciba una educación de calidad y homogénea.

Y hay que hablar también con los chavales y explicarles que cuando lleguen a la universidad, las tasas van a ser las más altas de la historia, que van a tener que pedir préstamos para estudiar, que si van a la FP tengan mucho cuidado en elegir el ciclo en el que se matricule mucha gente porque si no, igual no lo ofertan, que si siguen en la ESO o el Bachiller se van a encontrar con que les quitan asignaturas optativas o les obligan a cambiarse de tuto, o meten a 40 en una misma clase, que los profesores van a estar cada vez en peores condiciones y que es muy posible que cuando llegue el invierno haya poco dinero para calefacción. Y a los padres ídem de lienzo.

Y a la gente en general, que se dejen de tragarse las putas mentiras interesadas de la panda de hijosdeputa que, diciendo defender lo público, sirven de tontos útiles del capital. No hay medias tintas, todo el mundo sabe lo que hay en los colegios y en los institutos, todo el mundo sabe que sin enseñanza pública sólo nos queda volver a depender de los curas y las monjas, o de fondos de inversión como alguno que yo me sé que invierte en colegios. ¿Realmente queremos eso porque nos hemos creído que en los colegios e institutos se trabaja poco y se cobra mucho, que hay mucho vago y que es todo un cachondeo? Que no, que la gran mayoría estamos igual de jodidos que el resto de trabajadores, que cuando las cosas “iban bien” los sueldos del sector público no subían y que ahora nos recortan por todas partes. Que no tenemos puesto fijo y que las condiciones para trabajar cada vez son peores.

Hay que reflexionar y que los árboles no impidan ver el bosque. Van a por todos nosotros, a por los trabajadores, y sólo nosotros los podremos parar si nos dejamos de chorradas y somos conscientes de la situación y de todo lo que podemos ganar si estamos unidos.

Que me dejen dar un mitin, coño ya.

Cuelgo un video muy interesante que me ha llegado. Es de Francia pero igual de aplicable aquí.

 

¿Es éticamente reprochable robar besos?



Cansancio, creo que es la palabra de hoy. Llevo unas cuantas horas haciendo movidas varias, concentrado, tengo la espalda un poco jodida y el síndrome del túnel carpiano acechándome, pero contradictoriamente tengo ganas de escribir en el blog. Sin duda es una forma de comunicación que suple a otras que muchas veces no son factibles, independientemente de la voluntad de uno.

Confieso que muchas veces que me pongo delante de la hoja para escribir la entrada correspondiente, no sé de qué voy a hablar. Empiezo un poco como en escritura automática y generalmente lo último es el título, porque al no saber el contenido exactamente pues tampoco te vas a poner a encasillarte al principio, ¿no? Hoy hay varios temas sobre los que podría echar alguna parrafada, dicen que me gusta hablar/escribir, pero son todos temas coyunturales, nada excesivamente profundo ni de alcance, pero como que me siento con ganas de bucear un poco en algún tema serio. Temas serios me interesan cinco: una mujer, el trabajo, cine, música y literatura, los cuatro últimos no necesariamente por ese orden. Creo que todos están bastante presentes en este blog de alguna forma y por eso no descubro nada nuevo. También me interesa mucho la política, pero no de la misma manera que la entiende una gran mayoría de la gente, y además éste no es un blog para hablar de política, o al menos sólo cuando a mí me interese decir algo al respecto que no diga por otras vías.


He vuelto a ver Besos Robados, de Truffaut, una de mis películas preferidas desde hace años. Si alguien recuerda a Antoine Doinel, el niño de Los 400 golpes, en este caso se trata de la continuación de su vida. Hubo un mediometraje entre una y otra que explica algunas cuestiones del inicio de Besos Robados y que no quiero desvelar. Si hablamos de la nouvelle vague yo por ahora soy más de Truffaut que de Godard, o de otros, aunque está abierto a debate y se me puede convencer de que cambie de opinión. Pero claro, para eso tengo que ver muchas pelis todavía, y alguien me tendrá que aconsejar.

A ver niño, ¿quieres más a papá...

... o a mamá?


Entre otras cosas, fue un reencuentro simpático el que tuve con Besos Robados (Baisers Volés me gusta más, suena como a grupo de música étnica de sabe dios dónde: Besévolé, y mira que me rechina lo étnico...) porque me sirvió para darme cuenta de que, sin notarlo hasta ahora, he copiado cosas del amigo Doinel/Leaud. No, si ya me parecía a mí que ciertos gestos venían de alguna parte y no era de la familia, pero al verle acariciar a Christine me he sentido tan identificado que me ha dado casi un poco de grima, no pa mal pero sí del estilo “hostia tío, cómo puedes ser tan evidente, copiando una peli francesa...”. Juro que nunca me había dado cuenta, tal vez sea que en esas caricias vi el canon de la caricia, por decirlo así, y mi inconsciente decidió trabajar en esa línea y ahora me sale así. Vayaustéasaber, tenemos la mente tan así que todo es posible.

Él intenso, ella no se sabe muy bien

Porque acariciar bien es importante, creo yo. Transmite cosas que no se dicen o que si se dicen en ciertos momentos puedes correr el riesgo de parecer tarao. Concluyo, pues, que Doinel y yo acariciamos igual y, por tanto, bien. ¿Conclusión forzada? Pues igual sí, pero como que me la suda un puquitín. En todo caso, cuando uno ve una película varias veces está claro que acaba fijándose en detalles que anteriormente habían quedado ocultos. Me parece que es porque en la primera ocasión lo que haces es fijarte en el argumento, y como mucho en la música, por aquello de si acompaña bien o no a las imágenes. Pero a partir de ahí se abre un nuevo mundo muy interesante. En el tercer visionado ya te puedes dar cuenta de lo bonito que sale París cuando lo filman bien, en el porqué de la gestualidad de los actores y actrices, o en la manía que tienen los franceses por tomar siempre queso de postre en las comidas, lo cual no está mal porque un lácteo siempre va bien, sea queso o yogur, pero como que también hay otras posibilidades, como la fruta ésa que a veces no dejan meter por la frontera al sufrido transportista hispano, continuador en la cadena económica del aún más sufrido agricultor de nuestros campos, como la duquesa de alba, ¿no?

Chantal, fille, sonríe más que das mejor en pantalla, le decían

En todo caso, hay dos elementos en los que recomiendo fijarse a cualquiera que vea pelis de Truffaut. Normalmente los gestos, o el comportamiento, de los personajes no reflejan lo que un espectador de nuestros tiempos espera que estén sintiendo. Me explico, hay momentos en Besos Robados en que Christine, queriendo mostrarse distante con Antoine, en su comportamiento demuestra precisamente lo contrario. Le pasa lo mismo a Madeleine (Chantal Goya) en Masculin-Féminin, de Godard, yo creo que lo hablaban entre ellos, aunque sospecho que en este último caso no es buscado, sino que es que la mujer es mala actriz y no sabe poner otro gesto, diga lo que diga. Como luego se dedicó a la canción infantil, pues tampoco pasa nada. Igual todo lo que digo es una chorrada, pero es la nosécuántas vez que la veo y ya me fijo en este tipo de cuestiones sin importancia.


De la Pepsi Generation...


... al conejo terrorista.

Lo otro en que recomiendo fijarse es en cómo le gusta al cabroncete de Truffaut usar la moviola. Son escenas concretas pero aparecen en casi todas sus pelis. Generalmente acelera la imagen o la pone marcha atrás. No tengo ni puta idea de por qué lo hace, no me preocupa excesivamente saberlo tampoco, seguramente sería para que algún gilipollas de la Cinemathèque le criticase luego en el bar de Gaston (pronúnciese con acento en la “o” y sólo sugiriendo la “n”, que vendría a ser el Chuchi gabachois) tomándose unos oportos y fumando Gauloises sin filtro. Comparto plenamente la teoría que dice que algunas de las cuestiones “técnicas” que más páginas y debates han generado en la crítica cinematográfica se deben a ganas de cachondeo de los directores. Vamos, por tocar un poco los cojones.

Casi al final hay una escena que me encanta. Dos personajes desayunan, están enamorados y hablan de cómo no romper los biscotes al untar la mantequilla. Suficiente, total y absoluto, para qué más. Yo podría desayunar siempre así.

Hay otra escena, también al final, fascinante, que además no recordaba, pero ésta la guardo para una broma privada con ella, la del segundo párrafo. Lo comprenderéis.

Ya seguiré hablando de estas cosas, ahora es que me acaba de apetecer ir a ver Domicilio Conyugal. Si es que soy más influenciable que la hostia, pero además por mí mismo, que ya es el colmo. A veces me siento como si me hiciera cosquillas yo solo cuando me pasan estas cosas...

lunes, 7 de mayo de 2012

Que reste-t-il de nos amours?


 
Ce soir le vent qui frappe à ma porte
Me parle des amours mortes
Devant le feu qui s'éteint
Ce soir c'est une chanson d'automne
Dans la maison qui frissonne
Et je pense aux jours lointains.

Que reste-t-il de nos amours
Que reste-t-il de ces beaux jours
Une photo vieille photo de ma jeunesse
Que reste-t-il des billets doux
Des mois d'avril des rendez-vous
Un souvenirs qui me poursuit sans cesse
Bonheur fané cheveux au vent
Baisers volés
Rêves mouvants
Que reste-t-il de tout cela
Dites-le-moi
Un petit village
Un vieux clocher
Un paysage
Si bien caché
Et dans un nuage
Le cher visage
De mon passé.

Le mots, le mots tndres qu'on murmure
Les caresses les plus pures
Les serments au fond des bois
Les fleurs qu'on retrouve dans un livre
Dont le parfum vous envire
Se sont envolés pourquoi?



Hoy sólo esto. Es de Charles Trenet y es preciosa. Como... vos

Quomodo si spina nascatur in manu temulenti sic parabola in ore stultoru


Amigos y amigas, vuestro errante interino está ebrio. Menuda falta de respeto escribir así, pero es que es una prueba para ver si soy capaz de teclear con esas pulsaciones que pone en mi CV incluso bajo “influencias”. Recuerdo que en “Miedo y Asco en Las Vegas”, Raoul Duke (Johnny Depp) es capaz de escribir sus crónicas en circunstancias infinitamente más jodidas que este humilde servidor en este momento, así que en el fondo es una competición con él.



Me estoy comiendo un bocata de chorizo con un pan de hace 9 días y no está nada mal. Tengo que felicitar a quien me trajo ese pan porque se conserva como dios y con un poco de tostadora parece como si fuera de ayer... ahora sé cómo hacen algunas bocaterías para darle al pan ese toque crujiente y esponjoso a la vez. No es cuestión de criticar, está claro que compran buen pan, y buen pan es aquél que aguanta lo que tú quieras y luego está pasable con un toque de calor, así que oleoleyole

En todo caso reconozco mi no sobriedad y me doy cuenta fundamentalmente porque acabo de hacer 5 veces la misma corrección con el word y sigo confundiéndome. Madre, qué vergüenza, qué dirá la muchachada si algún día se entera de quién escribe estorrrrrr

Lo hago como homenaje a mi querido Aki, de quien ya he hablado un poco en otro momento. Me doy cuenta de que tal vez en ese momento quedó un poco eclipsado por el loco de Lars, pero es que hoy he visto esta película y considero que este hombre se merece un homenaje.




Una vez Aki se definió como “comunista y alcohólico”. Si el personaje de El Havre se apellida Marx y su perra responde por Laika, a mí me quedan pocas dudas de que este tipo es uno de ésos con los que yo quedaría para tomarnos unos pelotazos. No es de extrañar siendo finés, que no acabaron siendo soviéticos por culpa del famoso dedo de Lenin. No obstante ello, Finlandia, además de vodka, tiene cosas bien, como ese coro de quejas de Helsinki que me alegra el día cada vez que lo oigo. Dejo constancia de que otro día voy a hacer una entrada únicamente para poner un listado con aquellas personas con las que me pillaría un buen pedo, y prometo dar mis razones, que no gustarán a todo el mundo.



Aparte de otras valoraciones, de las pelis de Aki tengo que decir que me encantan sus primeros planos, muy a la Kino-Pravda, sin intermediarios, no llegando a los ojos saliéndose de las órbitas que luego filmó Eisenstein pero casi. Y el juego con las sombras. La iluminación siempre es muy sencilla: de frente. Y que salgan las sombras que salgan, en imagen o no. Muy sencillo y a la vez con dos cojones, porque siempre le da un toque teatral a las escenas que no está nada de moda. Y hacer que un escenario real parezca un decorado también tiene su mérito. Yo no sé si es buscado o no, me imagino que sí, pero me llama la atención y me gusta. Lo he notado en otras pelis y soy fan, qué carajo. Y además tiene una historia de amor de las que molan. De ésas que notas que se quieren, joder.

Me gustan las películas que son como cuentos. En mi opinión hay pocas que consiguen ese efecto en el espectador, o sea en mí, y ésta es una de ellas. No sé si la “crítica” de mielda habrá hecho trizas la peli, ya dije que no suelo fijarme en ese tipo de cosas. Pero es que la dignidad del pobre tiene buena prensa sólo a ratos, y lo cierto es que Aki sólo habla de perdedores, de gente que sabe realmente que podría estar haciendo otra cosa pero que tira con su situación con una dignidad que ya querríamos muchos.  Marcel Marx es mi héroe de hoy. Es otra razón por la que este tío me cae simpático, no sólo por el hecho de que haya hecho una película-concierto con los coros del Ejército Rojo.



Venga, no quiero mentir, estoy ebrio porque me puse el otro día a corregir exámenes y son todos una puta mierda. Debe ser que no me explico bien, como no sigo el libro ni la programación...

Bah, que no, que ye por amor...



O no, ye porque me da la gana, y punto.Y como lavé las sábanas tarde hoy duermo a pelo, por imbécil. Y punto.